Los sueños son el eslabón perdido.

Nunca te dije qué bella eras, y todavía lo eres, el aire de tu rostro, de la cabeza a los pies, la manera de mirar y de moverte en la vida. Siempre la reticencia.

Te encontré la primera vez. Me miraste bien y yo por primera vez me avergoncé.
Desde entonces me desperté pensando en ti y vagaba por las calles a la espera de volverte a ver.
Aunque fuera de lejos, corriendo con las amigas. Detrás de la ventanilla de un tranvía. En un cine lleno, cuando se encendían las luces por algunos segundos.
Otras veces venias a romper la espera de semanas, meses.

Nunca había intentado acercarme a ti porque un día, lo supe, nos hablaríamos.

En mis sueños hubo extraños presentimientos y figuraciones de nuestro encuentro.

{Teníamos los cabellos grises, (mucho) y hablabamos del tiempo como gente mundana que sabe la inutilidad de las explicaciones}

No hubiera debido encontrarte.

-fin

Peabody...

Justo cuando comienzo a no sentir, sentirme bien yo misma y nada mas, ocurre la bofetada para volver a entrar en la "vida".

Heleno Peabody. Te amo Para Siempre.

Naufragios

Absolutamente nada hace mi día, ni las fechas, aniversarios, ni el estado del día, ni el sol, ni la lluvia, ni los recuerdos, ni las visiones, ni las personas, a excepción de solo dos, los sueños, y punto punto punto.

Un piano.

He aprendido que toca según el tipo de nostalgia que se apodera de ella por la noche.

Consejos del principito

Si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Para mi seras única en todo el mundo, pera ti seré único en todo el mundo.-