Era pésimo todo, absolutamente todo. Podría decir que estaba en un hoyo abismal de varios cientos de años, pero ahora que miro desde arriba, no puedo evitar sentir mi ego latente, pero ahora, él no se lleva todo el crédito. Fue una mujer, la misma mujer que con su complejidad, me orilló a un abismo.
Una sola decisión.
Fui joven, tonta, y temerosa. Me arrojé.
Siempre habrá cosas pendientes, pero ahora estoy feliz, volví a ser yo. Gracias.
Tenía una sola herida. Hice de todo, aunque siempre supe la respuesta. No me rendí hasta tener mi respuesta. Todo fue complicado. Me hice las cosas complicadas. Me hice complicada.
Saber lo que se quiere. Yo siempre te he querido. Tan libre, tan tú. Tan perfecta. Lo principal es que ahora tengo algo que compartirte; fui nada en este tiempo. Ahora soy todo, y todo lo que quieras de mí te pertenece. Te he escrito toda mi vida. Estoy en el lugar que quiero, al fin estoy como quería estar para ti.
Como haber arrojado una piedra al río. Siempre.
"...Si lanzas una piedra al agua, caerá hasta el fondo por el camino más rápido...
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...atraviesa las cosas del mundo como la piedra, al agua, sin hacer nada, sin moverse, dejándose atraer, dejándose caer. Su propia meta lo atrae, ya que no deja entrar en su alma nada que pueda apartarlo de la meta..."
Por cierto, tengo una armónica, tengo la felicidad, tengo la sabiduría, y no dudaré en usarlas. =)
